miércoles, 31 de marzo de 2010

Un año sin Alfonsín


365 días han transcurrido desde el deceso del único ex Presidente que supo y pudo caminar las calles recibiendo permanentes muestras de afecto.

Hasta sus últimos días luchó por una Argentina cohesionada, libre e igualitaria, bregando consecuentemente por más democracia y por el normal funcionamiento de las instituciones.

Además de un magnífico legado, este político radical dejó planteadas debilidades a superar para poder mejorar nuestra sociedad y que lamentablemente siguen siendo aún asignaturas pendientes para la dirigencia política. Sostuvo respecto del oficialismo que debía dejar de lado la iracundia gubernamental y en relaciòn a la oposición formuló una exhortación a la unidad, apelando para ello a una invitación a querernos más entre los argentinos, para poder encontrar el modo de resolver los problemas en un esfuerzo común y esperanzado.

Raúl Alfonsín sigue y seguirá siendo recordado como el restaurador de la democracia. Su figura sigue destacándose con perfiles propios en el escenario político de las últimas décadas, ocupando un lugar de privilegio en la historia de nuestro país.

El extraordinario carisma que caracterizó al ex Presidente lo mantiene siempre actual en el recuerdo del pueblo.

A modo de epílogo puede decirse también que los valores en Raúl Alfonsín fueron parte fundamental de una total coherencia de gestos y actitudes y que a un año de su partida sigue atrayendo el respeto y el cariño de la ciudadanía.