martes, 30 de abril de 2013

1ero. de mayo y Radicalismo




* por Leonidas Noni Ceruti

"...  La política que llevo adelante Yrigoyen y el radicalismo hacia el movimiento obrero estuvo caracterizada por un intento de establecer una nueva relación entre el estado y la clase obrera, incluyendo en su proyecto la integración política de la clase obrera urbana ..."

"... , en 1925 el presidente Marcelo T. de Alvear, resolvió a través de un decreto firmado el 27 de abril, declarar día de fiesta y feriado en toda la República. 

El mismo decía “Considerando que el día 1º de mayo esta consagrado en gran parte del mundo civilizado al descanso de los trabajadores y es deber de los poderes públicos propender a que sea día sereno y auspicioso, de solidaridad social y de paz espiritual, de esperanza y emociones colectivas, fecundo en inspiraciones y afanes por un ideal de una humanidad mejor. 

Que por significativa y feliz coincidencia esa fecha evoca la firma en Santa Fe de la Constitución Argentina por los convencionales que la sancionaron, bajo cuyas solemnes garantías hombres de todas las ideas y de todas las procedencias viven y trabajan en paz y libertad, haciendo solidariamente la grandeza de la República. 

Que mientras el Honorable Congreso se pronuncie sobre el proyecto de ley sometido a su deliberación, declaro feriado en forma permanente y para toda la República, el 1º de mayo, puede el Poder Ejecutivo hacerlo por este año. El Presidente de la República Argentina decreta:


Art. 1—Declarase día de fiesta en toda la República el 1º de Mayo próximo."

Al conocerse la noticia, la prensa de Rosario, expreso que “Significa como acto de justicia que el Estado cumple hacia la clase trabajadora, hay en ellas un criterio practico en pro del mantenimiento del orden, al que también hemos hecho referencia. Días atrás al ocuparnos de la resolución adoptada por el Poder Ejecutivo de la Nación, declarando feriado el 1º de Mayo, dijimos que la medida no podía ser más oportuna y simpática. 

Nace en efecto de un criterio amplio, en el que cabe el reconocimiento de los derechos conquistados por los trabajadores. Nada tan bochornoso y contraproducente como las limitaciones que suelen imponerse a las manifestaciones del regocijo y de las legítimas aspiraciones de los trabajadores. Será la mejor garantía de orden y tranquilidad en las manifestaciones obreras del 1º de mayo. Un Contrasentido es que el Estado obstaculice el ejercicio de un derecho sagrado para quienes constituye la energía básica de la producción y de la riqueza general”. 

Finalmente el presidente Yrigoyen, para el 1º de mayo de 1930, meses antes del golpe militar, decretaba también fiesta en todo el país, y en el único considerando expreso que lo hacía ya que  “que es universalmente tradicional el 1º de mayo, como descanso al trabajo”. 

(*) fragmentos de su libro "Historias del 1° de mayo en Rosario 1890-2000"