martes, 25 de noviembre de 2014

Fragmentos de El Gran Pez






“Espectro”, el paraíso


- Edward: Hay momentos en los que un hombre razonable debe tragarse su orgullo y reconocer que ha metido la pata. Pero lo cierto es que yo nunca he sido un hombre razonable. Y lo que recuerdo del catecismo es que cuanto más difícil es algo, mayor es la recompensa.


- Beamen: ¡Amigo! ¡Bienvenido! ¿Cómo se llama? Edward Edward Bloom

- Beamen: ¿Bloom con '' B'' de bombilla?

- Edward: Sí.


- Beamen: ¡Aquí está! ¡Edward Bloom! No le esperábamos tan pronto.


- Edward: ¿Me esperaban?


- Beamen: Tan pronto no. 

- Mildred: Habrá cogido un atajo.


- Edward: Sí, casi muero en el intento. Cosas de la vida. La verdad es que el camino largo es más sencillo pero más largo. Mucho más largo.

- Beamen: Pero ya está aquí, que es lo que importa.


- Edward: ¿Dónde estoy?


- Beamen: En Espectro. ¡El secreto mejor guardado de Alabama! Aquí dice que es de Ashton, ¿no? El último que vino de Ashton fue Norther Winslow. 

- Edward: ¿El poeta? ¿Qué es de él?


- Beamen: Aquí sigue. Le invito a una copa, y le cuento. ¿Qué digo? ¡Que se lo cuente él mismo!

- Edward: He quedado. Llego tarde.

- Beamen: Ya se lo he dicho. Ha llegado pronto.

- Beamen: ¿No es el mejor pastel que ha probado?


- Edward: Desde luego.


- Norther: Aquí todo sabe mejor. Hasta el agua es dulce. No tenemos ni mucho calor, ni mucho frío, ni mucha humedad. Y por la noche, cuando el viento sopla entre los árboles es como si sonara una sinfonía sólo para ti.

- Edward¡Me hacen falta! Nuestra tierra es blanda, al pisarla. Casi rima. Es nuestro célebre poeta. Venga. Accedí a quedarme un rato,aunque sólo fuera para comprender cómo un sitio podía resultar tan extraño y familiar al mismo tiempo.

- Norther: 
Llevo 12 años con este poema.


- Edward: ¿En serio?



- Norther: Se espera mucho de mí. No quiero defraudar a mis admiradores.


- Edward: ¿Puedo? (Ve que en la libreta está escrito: “la hierba es tan verde, el cielo tan azúl. Espectro es genial¨)

- Edward: Sólo son tres versos.

- Norther: ¡Nunca hay que enseñar una obra inacabada!


(Más tarde, Edward se interna en el río. Ve en el río a una mujer desnuda, iluminada por la luna. Una víbora va nadando en dirección a la mujer. Edward se pone a nadar frenéticamente hacia ella. Logra coger la serpiente)


- Edward: ¡Ya la tengo!

(La mujer se zambulle en el agua y desaparece. Edward se da cuenta que la serpiente es en realidad un tronco. Jenny llama a Edward)


- Jenny: Hay sanguijuelas ahí dentro.

- Edward: ¿Has visto a esa mujer? 

- Jenny: ¿Qué aspecto tenía? Edward Bueno, estaba...


- Jenny: ¿Estaba desnuda? Edward Sí.


- Jenny: No es una mujer. Es un pez. Nadie ha podido pescarlo. A cada uno le parece una cosa. Según mi padre, se parece al perro que tenía de pequeño, resucitado de entre los muertos.

- Edward: ¡Vaya!


- Jenny: ¿Cuántos años tienes?


- Edward: 18.


- Jenny: Yo, 8.  Cuando yo tenga 18, tú tendrás 28. Y, cuando yo tenga 28, tú sólo tendrás 38. 

- Edward: Se te dan bien los números.


- Jenny: Y, cuando yo tenga 38, tú tendrás 48. No hay mucha diferencia.

- Edward: Ahora sí se nota un poco, ¿no?
(Baile en el pueblo, iluminado por los faroles. Sacan a Edward a bailar. Norther, rodeado de chicas, recita)


- Norther: “Las rosas son rojas. Las violetas, azules. Me encanta Espectro”. Perdonad.

- Mildred: Todas lo creemos. 

- Edward: ¿Qué?


- Edward: Que eres un buen partido.

- Edward: Tengo que irme. Esta noche.


- Beamen: ¿Por qué?


- Edward: Nadie podría pedir un pueblo mejor que éste. Y, si al final me quedara aquí, sería afortunado. Pero aún no estoy preparado para quedarme en ninguna parte.

- Beamen: ¡Nadie se ha ido jamás!


- Jenny: ¿Cómo vas a irte sin zapatos?


- Edward: Supongo que va a ser duro. Muy duro. Bueno, lo siento. Adiós.

- Beamen: ¡No encontrarás un sitio mejor!

- Edward: Cuento con ello.


- Jenny: Prométeme que volverás.


- Edward: Te lo prometo. Algún día. Cuando deba hacerlo.