martes, 8 de diciembre de 2015

Paisanaje (*)





Volaban los camarones por bulerías 
antes de que tus canciones fueran tan mías". 

Volaban los camarones por bulerías, 
antes de que tus canciones fueran tan mías, 
usted perdone, tan tuyas, tan de fulano, 
fatiguitas y casullas, viva mi hermano. 

Viva tu hermana la rubia, musa alfarera, 
que canta bajo la lluvia su petenera, 
que canta bajo la lluvia su petenera, 

su saeta deslenguada, su grito en celo, 
que aroma la madrugada con su pomelo, 
que aroma la madrugada con su pomelo. 

Porque primus interpares era tu brinco, 
no hagas ripios malabares que te la jinco, 
tan albano kosovar, tan Lydia Lozano, 
tan cristiano, tan vulgar, tan chic, tan afgano. 

Tan vecinos y tan lejos, verte y no verte, 
tan jóvenes y tan viejos, muera la muerte, 
tan jóvenes y tan viejos, muera la muerte. 

Tu colección de ciudades otros la cobran, 
yo canto mis soledades porque me sobran, 
yo canto mis soledades porque me sobran. 

Inspiración y mujeres, rubia morena, 
me clavan los alfileres, en la verbena, 
me clavan los alfileres. 

Mi sobrina nietecita se llama Luna, 
se corten una miajita los de la tuna, 
le dijo la Lola al facha de don cupido, 
consintiendo lo que tacha, su consentido. 

Viajes en vuelo charter, sin despedida, 
mis paisanos cortan trajes a mi medida, 
mis paisanos cortan trajes a mi medida. 

Vacilón que se propasa pero no llega, 
mi corazón es la casa de los Ortega, 
mi corazón es la casa de los Ortega. 

Por no hablar de sentimientos, tiempo y compás, 
el feeling es un lamento, de Barrabás, 
el feeling es un lamento. 

Almohada enamorada, del desalmado, 
casi todo es casi nada, casi pecado, 
casi todo es casi nada.

(*) de Joaquín Sabina

sábado, 28 de noviembre de 2015

Boquerón (*)






No me llores si la muerte
cava un abismo entre los dos
llórame si por quererte
llego a olvidarme hasta de Dios
ausente de ti, Tu dulce amor
me dice adiós

Si el capricho de la suerte
me deparó tan triste fin
para mí la misma muerte
será mi hermoso verde jardín
allí brotará, mi pobre amor
blanco jazmín.

No me pagarás cien vidas que me des
la muerte que me das
abandonado de tu amor
lejos de ti moriré

Ahogando un nombre en mi dolor
¡Bolivia! Ha de cantar
en mi estertor
¡Bolivia! Repetir
después morir, morir.

Y si pasas algún día
junto al lugar de mi pasión
ne te olvides, vida mía
de recoger aquella flor
préndela en tu sien, corona es
de fiel amor.

Cuenta a todos mi amargura
hecha en la tumba blancura en flor
que decora la llanura
de la chaqueña desolación
allí el Boquerón, junto a una cruz
esta esa flor.

No me pagarás cien vidas que me des
la muerte que me das
abandonado de tu amor
lejos de ti moriré

Nunca más ya podre verte
amarga tierra de ingratitud
por amarte y por quererte
tronchó la muerte mi juventud
y a extraño poder te llevarás
mi flor de amor.

(*) Humberto Palza Solía

martes, 17 de febrero de 2015

Cristales de bohemia (*)




Vine a Praga a romper esta 
canción 
por motivos que no voy a explicarte, 
a orillas del Moldava 
las olas me empujaban 
a dejarte por darte la razón. 

En el Puente de Carlos aprendí 
a rimar cicatriz con epidemia, 
perdiendo los modales: 
si hay que pisar cristales, 
que sean de bohemia, corazón. 

Ay! Praga, Praga… Praga 
donde el amor naufraga 
en un acordeón. 
Ay! Praga, darling, Praga 
los condenados pagan 
cara su rendeción. 

Ay, Praga, Praga, Praga, 
dos dedos en la llaga 
y un santo en el desván. 
Ay! Praga, darling, Praga, 
la luna es una daga 
manchada de alquitrán. 

Vine a Praga a fundar una ciudad 
una noche a las diez de la mañana, 
subiendo a Mala Strana, 
quemando tu bandera 
en la frontera de la soledad. 

Otra vez a volvernos del revés, 
a olvidarte otra vez en cada esquina, 
bailando entre las ruinas 
por desamor al arte 
de regarte las plantas de los pies. 

Ay! Praga, Praga… Praga 
donde el amor naufraga 
en un acordeón. 
Ay! Praga, darling, Praga 
los condenados pagan 
cara su salvación. 

Ay! Praga, Praga… Praga 
donde la nieve apaga 
las ascuas del tablao. 
Ay! Praga, darling, Praga 
lágrima que se enjuaga 
en Plaza Wenceslao. 

Ay, Praga, Praga, Praga, 
dos dedos en la llaga 
y un santo en el desván. 
Ay! Praga, darling, Praga, 
la luna es una daga 
manchada de alquitrán.

(*) de Joaquín Sabina

lunes, 9 de febrero de 2015

Caballo de cartón (*)





Cada mañana bostezas, 
amenazas al despertador 
y te levantas gruñendo 
cuando todavía duerme el sol, 
mínima tregua en el bar, 
café con dos de azúcar y croissant, 
el metro huele a podrido, 
carne de cañón y soledad. 

Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal, 
¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar? 
Cuando la ciudad pinte sus labios de neón 
subirás en mi caballo de cartón. 
Me podrán robar tus días… tus noches no. 

Que buena estás corazón, 
cuando pasas grita el albañil 
el obseso del vagón se toca mientras piensa en tí, 
la voz de tu jefe brama 
“estas no son horas de llegar” 
mientras tus manos archivan tu mente empieza a navegar. 

Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal, 
¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar? 
Cuando la ciudad pinte sus labios de neón 
subirás en mi caballo de cartón. 
Me podrán robar tus días… tus noches no. 

Ambiguas horas que mezclan al borracho y al madrugador, 
danza de trajes sin cuerpo al obsceno ritmo del vagón, 
hace siglos que pensaron: 
“las cosas mañana irán mejor” 
es pronto para el deseo y muy tarde para el amor. 

Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal, 
¿Dónde queda tu oficina para irte a buscar? 
Cuando la ciudad pinte sus labios de neón 
subirás en mi caballo de cartón. 
Me podrán robar tus días… tus noches no.


(*) de Joaquín Sabina