martes, 31 de marzo de 2009

Alfonsín



Por Pepe Eliaschev

Las necrológicas dan por cierto que alguien murió. Yo no sé hoy si éste es el caso. En rigor de verdad, todo lo que digo lo podría decir ahora como lo podría haber dicho antes, como lo podría decir mañana.

Él me hizo volver. Cuando ganó, me di cuenta de que mi exilio había terminado. Me di cuenta de que si hubieran ganado los otros, los peronistas, hubiera habido auto amnistía de los militares. No hubiera habido juntas militares juzgadas. Por eso, cuando ganó, asumió el poder y lo primero que hizo fue juzgar a las juntas, me di cuenta de que la larga década del exilio llegaba a su fin.

Y cuando ya estuvimos acá, me sacó a la calle. Raúl Alfonsín convocó a la gente a la Plaza de Mayo cuando a la República la acechaba un golpe militar de ultra derecha, un golpe militar que cosechaba solidaridades imprevisibles. Afortunadamente, el país democrático, incluyendo muchos notables justicialistas, se agrupó en el balcón de la Casa Rosada para detener la asonada golpista.

Es el hombre que me costó entender, como a tantos coetáneos. Lo hablé entonces, y lo hablé luego muchísimas veces, cara a cara y a solas con él, mirándolo a los ojos, así como él siempre me ha sostenido la mirada. “¿Por qué lo hizo?”, le preguntaba. Jamás me hubiera sido posible tutearlo. Siempre le he dicho “Doctor”. Porque es un doctor. Siempre le he dicho “Doctor Alfonsín”.

Estaba convencido, y siguió convencido hasta último momento, que era indispensable evitar el derramamiento de sangre. Él sabía, y él lo supo en Campo de Mayo, que si algún tipo de gesto la democracia no producía, lo que se había conquistado, lo que se había recuperado, se desintegraría.

Me costó también entenderlo cuando pactó. ¿Por qué lo hizo? Muchos se lo preguntamos. Con una paciencia infinita, Alfonsín lo explicó una y otra vez, y encima lo dejó por escrito en un libro formidable e imprescindible para los jóvenes, que se llama “Memoria política”. Estaba convencido de que era la única manera de encuadrar a un hombre cuyo apetito de poder era voraz, Carlos Menem.

Pero Alfonsín también es el hombre que transgredió. Transgredió mucho más de lo que muchos imaginan, en un momento en donde nadie transgredía nada. Por eso fue combatido por izquierda y por derecha. Por eso desde la izquierda lo corrían con el Fondo Monetario Internacional, y hubo un grupo de alucinados demenciales, finalmente homicidas, que fue a por un cuartel, dejando un saldo de 40 muertos.

Pero la derecha lo odiaba. La Sociedad Rural le dio vuelta la cara en Palermo. La Iglesia Católica Apostólica Romana, aún cuando había gente de probada convicción católica en el gobierno de Alfonsín, le hizo la vida imposible con la ley de divorcio, que hoy es prácticamente una antigualla.

Le cantó las cuarenta en la cara a Ronald Reagan en los jardines de la Casa Blanca, por eso fue recelado. Porque la política exterior de Alfonsín propugnaba la paz en Centroamérica. Estaba en contra del intento subversivo contra la Nicaragua sandinista. Argentina fue un país clave en el Grupo Contadora.

Es el hombre que se ha jugado por el sistema, siempre. Tuvo muy en claro que lo único que no era negociable era la democracia y la separación de poderes. Por eso, cuando en el ’89 el peronismo vociferaba “Cuando usted disponga, ahí llegamos”, prefirió irse antes, y evitar que estallara el país. Pidió diálogo en todo momento, y a menudo no lo consiguió, sobre todo en los últimos años.

Hace mucho tiempo que Raúl Alfonsín es un indispensable. Un hombre que por méritos propios, por tenacidad, por patriotismo y por nobleza personal, tenía y tiene la talla de un estadista. Él pensó, y sabía, que la Argentina tenía que salir de la Capital Federal en algún momento. Por eso habló de Viedma. Lo calificaron de loco, de alucinado, de psicópata: “¿Trasladar la Capital?”. No se equivocaba: hoy, como ayer, como mañana, seguirá siendo estratégico. Por eso hizo un Congreso Pedagógico, porque consideraba que era indispensable debatir a fondo, qué educación queremos para los chicos.

Y sobre todo, es el hombre que, a 72 horas de haber asumido la presidencia de la Nación, con las Fuerzas Armadas intactas, con los servicios de inteligencia de las juntas intactos, con la entera estructura del genocidio en su lugar, firmó el decreto de enjuiciamiento a las juntas militares y también a las cúpulas de las organizaciones guerrilleras. Todos ellos tuvieron la posibilidad de defenderse. La Justicia, con enorme rapidez, pese a que apenas hacía horas habíamos salido de la dictadura, terminó con el paradigmático Nunca Más, un ejemplo para el mundo, un caso sin precedentes.

No descolgó cuadros del Colegio Militar, no vociferó contra gente impotente, no cazó leones en el zoológico. Por eso, así lo trataron los carapintadas.

Éste es el Alfonsín que yo recuerdo.

El que siempre recordaré.

Un hombre de una infinita bondad.

Un hombre que me hizo volver, a mí, y a mis seres queridos.

El hombre que fundó la democracia argentina.

El hombre al que no quisieron escuchar los actuales gobernantes, cada vez que les pidió que se bajaran de la soberbia y que aprendieran a dialogar.

Con Alfonsín o sin Alfonsín, aunque estará siempre con nosotros, ojalá que los que ahora tienen poder aprendan la lección y se bajen del caballo.

Y aprendan que un estadista es un hombre que hizo, que dijo y que dejó, lo que hizo, dijo y dejó Raúl Alfonsín.

Fuente: http://blogs.perfil.com/podcast/index.php/2009/03/31/alfonsin/

sábado, 28 de marzo de 2009

Bienvenido Tolo a la mística copera!!!


Por Nicolás Balinotti
De la Redacción de LA NACION

El deporte, en el fluir de sus acontecimientos, bien puede asimilarse a una novela por entregas. Desde su abrupta salida, en mayo de 2003, Américo Rubén Gallego siempre figuró en la rueda de nombres que dio vueltas por Avellaneda cada vez que Independiente necesitó de un técnico. El Tolo, el último gran héroe que guió a los Rojos hacia un título, en 2002, regresó ayer al club después de que un contexto antropófago se haya devorado a 11 entrenadores en apenas siete años.

Distanciado de Independiente, Gallego siguió su camino, primero por Newell´s, y después por Toluca, de México. Fue campeón en ambos equipos y de esta manera sumó exitosos antecedentes a un currículum envidiable para cualquier técnico, con logros en River y un proceso de cuatro años por la selección nacional como ayudante de Daniel Passarella.

Pero Independiente fue el que no pudo despegarse de esa melaza de melancolía que lo unió a Gallego. Julio Comparada apeló ahora al DT en una apuesta a todo o nada. El presidente del club olvidó su retórica conservadora y dejó de pensar en un entrenador de bajo perfil y económico, como lo fueron los cinco que pasaron sin suerte desde que está a cargo de la institución. Esta vez, Comparada decidió a la luz de las encuestas y el humor popular. El hincha de Independiente no toleraba otra frustración, y desde que se encadenaron los lamentos y los fracasos, siempre surgió el Tolo como la única solución.

La saga de desencuentros se interrumpió. Es tiempo de esperanza e ilusiones. Del capítulo de la refundación de Independiente. La figura de Gallego aparece diáfana en un contexto deportivo que no es para nada malo. Independiente está a cinco puntos de Lanús, el líder y el rival de la próxima fecha. Además, cuenta con un plantel numeroso (45 profesionales), con jugadores de jerarquía.

"Siempre trabajé con menos jugadores, pero voy a tener en cuenta a todos. Hay buen material y no pretendo cambiar mucho de lo que se venía haciendo. Mis jugadores tienen que correr y meter. Empiezan de cero. Todos mis equipos pelean por algo, y ahora estamos cerca de la punta así que pelearemos para estar arriba y creo que se puede", fueron las primeras palabras de Gallego como nuevo entrenador de los Rojos.

El Tolo estará acompañado por Juan Amador Sánchez (ayudante de campo) y los preparadores físicos Rubén Olivera y Daniel Díaz. Asumirán pasado mañana, en Villa Dominico. El vínculo se acordó por 15 meses, con la posibilidad de interrumpirlo el 31 de diciembre. Entre los números del contrato se contempló la deuda de 1.449.418 pesos que el técnico reclamó cuando el club ingresó en convocatoria de acreedores. Ahora, el Tolo y su cuerpo técnico percibirán aproximadamente 1.000.000 de dólares por temporada, a pesar de que dirigentes de los Rojos desestimaron esta cifra.

"No es un técnico impagable y se ajusta a la realidad del fútbol argentino. No pone en riesgo la economía del club", afirmó Cristian Matera, secretario general. Y Comparada agregó: "La crisis golpea a todos los clubes, pero Independiente está en condiciones de hacer el esfuerzo. A Gallego le interesó el proyecto, con las juveniles, un equipo con jugadores propios y con la misma base desde hace tres años. Su llegada es un viejo sueño, una ilusión".

Una neblina de desconfianza enmascara a la contratación de Gallego. La inversión que hará Independiente sorprende, sobre todo, por los últimos inconvenientes financieros que demoraron las obras de remodelación en el estadio Libertadores de América. Es más, hace poco, el propio Comparada reconoció un préstamo bancario de US$ 4.000.000 para darle un impulso a la construcción. Ahora, surge otro frente para cubrir: el contrato del Tolo, el último héroe que le devolvió el entusiasmo a los Rojos.

39 partidos son los que dirigió Américo Gallego a Independiente en su anterior paso, entre 2002 y 2003. Su efectividad fue del 52 por ciento.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1112941

http://www.youtube.com/watch?v=eCYXL86rdug

lunes, 9 de marzo de 2009

Dejar atrás el Concejo Delivery en Rosario


Hace unos días el diario La Capital publicó la columna de opinión del abogado Damián Garcia la que entiendo opera como un buen disparador para el debate acerca de la calidad institucional de nuestra ciudad de Rosario en general y del Concejo Municipal en particular.

La buena o mala calidad de un Estado, sea municipal, provincial o nacional, puede apreciarse a partir de poder valorar el funcionamiento de sus instituciones, fundamentalmente en lo que atañe al respeto por la constitución y a la legislación vigente.

La composición de los cuerpos legislativos es el reflejo de la decisión soberana del electorado y en virtud de ello es oportuno consignar que la construcción de mayorías propias constituye muchas veces toda una tentación para quienes son recipiendarios de tamaño crédito político y fundamentalmente para los que son portadores de ambiciones desmedidas de poder.

En los últimos tiempos en la ciudad de Rosario la mayoría regimentada del partido de gobierno ha transformado al Concejo Municipal en un verdadero servicio de delivery para saciar las necesidades y los pedidos del Poder Ejecutivo Municipal.

A modo de ejemplos basta con ver las aprobaciones de la ley de leyes rosarina para los ejercicios 2008 y 2009, con solamente el voto positivo de los ediles del oficialismo municipal, echando por tierra concepciones alberdianas sobre división de poderes y también haciendo lo propio con la principal característica de un Estado de derecho cual es el pleno imperio de la legislación vigente, esto a partir de la delegación al Ejecutivo de atribuciones propias del legislativo, del avance hacia la concentración de poder y fundamentalmente del desdibujamiento de las funciones de control inherentes del Concejo.

Así, constituye una paradoja el hecho de que el actual partido de gobierno municipal, caracterizado historicamente por la defensa de la calidad de las instituciones y por negarse a que una persona pueda manejar discrecionalmente los dineros públicos fracture esa tradición política.-

Un párrafo aparte merece la aún vigente ley provincial 12.065 que correctamente caracteriza el abogado mencionado. Para decir las cosas por su nombre la ley “Borgonovo” atenta contra una integración plural del concejo municipal permitiendo el reinado de mayorías regimentadas como la que actualmente padecemos los rosarinos de ahí que se imponga la derogación de dicha norma para dar lugar a la ampliación de la representación ciudadana.

Volviendo al tema en cuestión, es la ciudadanía la que en definitiva define la conformación del Concejo Municipal por eso es propicio poder debatir estas cuestiones para arribar a conclusiones que nos permitan asegurar la plena división de poderes, impedir las delegaciones de funciones, ampliar las funciones de contralor sobre los actos de gobierno del Poder Ejecutivo Municipal, garantizar que los pedidos de informes sean contestados en tiempo y en forma o impulsar la creación de una auditoría municipal ciudadana y de una Fiscalía de Estado Municipal que aseguren la debida transparencia en los actos de gobiernos.

Rosario tras el estancamiento que viene experimentando en estos últimos tiempos amerita una nueva composición en el Concejo Municipal, necesita un cambio que permita incorporar pensamiento crítico con propuestas para dejar atrás un cuerpo deliberativo "que cumple con mansedumbre bovina las órdenes que llegan de arriba" parafraseando a Moises Lebensohn.

Los rosarinos necesitamos volver a creer, a crecer, a soñar con una ciudad en crecimiento, con servicios públicos que funcionen eficientemente, con un municipio limpio y seguro, lo hicimos una vez, hacerlo nuevamente como siempre, depende de todos.

http://www.youtube.com/watch?v=1tP1umpp4M4