Discurso del Candidato a Presidente de la Nación por la Unión Civica Radical, Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, en el Monumento Nacional a la Bandera de la ciudad de Rosario, el 28 de octubre de 1983.
Yo les agradezco esta fiesta cívica, amigos de Rosario, yo les agradezco a todos esta fiesta del civismo, les agradezco la presencia a ustedes en este gigantesco acto; a los que son mis correligionarios y a los que no siéndolo nos honran con su presencia esta noche.
Es así, entre todos los argentinos como vamos a hacer el país que sencillamente nos merecemos; esta es la culminación de una gira larga; hemos recorrido toda la República dando nuestro mensaje y recibiendo también el mensaje del pueblo argentino y en todas partes hemos afirmado la necesidad de levantar bandera de unión nacional y de iniciar una marcha juntos, quiero reiterarlo hoy aquí en el monumento a la bandera, una marcha en la que todos vamos enarbolando nuestras propias banderas partidarias. Pero me he convencido de que en esta oportunidad no tenemos que izarlas hasta el tope porque hay que dejar un lugar arriba de todas las banderas de los distintos partidos políticos argentinos, para que pueda flamear arriba la azul y blanca, la bandera de todos en una argentina que renace que no va a ser más la Argentina ajena, nuestra Argentina, la de todos los del pueblo. No la Argentina de las minorías, no la Argentina de la oligarquía ni la de los matones; la Argentina de la democracia donde todos vamos a respetarnos en nuestros derechos.
Ya ha nacido esta Argentina nueva, tengan la seguridad, ya hemos iniciado esta marcha nueva en el rumbo nuevo, hacia la meta de la Argentina, la Argentina que nos merecemos por nuestro pueblo y por nuestra geografía.
Vivimos días en que nos pareció imposible hemos recuperado la Argentina nuestra, la Argentina de todos y hoy podemos manifestar con esperanza y con la certeza de que vamos a hacer el país que soñaron nuestros mayores ¡Vamos Argentina Todavía!
Hay una obligación fundamental de todos los partidos políticos: analizar la realidad y comprenderla. En 1946 los radicales no interpretamos la realidad de aquel tiempo, no nos dimos cuenta que había nacido la sociedad industrial, y cada hombre entonces con nuevas esperanzas, nuevas ilusiones, nuevas exigencias, nuevas frustraciones; y al no haberlo entendido, nos costó el primer puesto en la representación de los sectores populares argentinos.
Hoy hay una realidad también importante, y hay un hecho social nuevo, fundamental, definitorio, es la revalorización de la democracia en la Argentina. Hemos comprendido todos que nuestros males empiezan donde terminan nuestras libertades. Lo ha entendido el muchacho de la fábrica que antes suponía que la democracia no se metía con su vida cotidiana y hoy sabe lo que significa perderla en términos del pan suyo de cada día. Lo ha entendido también el empresario argentino que cuantas veces de tan liberal que se había vuelto en lo económico, se habrá hecho autoritario en lo político y hoy sabe lo que significa los oros que la democracia le brinda para la defensa de sus intereses legítimos cuando algún señorito parado allá en el puerto de Buenos Aires, de espaldas a su patria, mirando hacia afuera con un solo decreto de importación condena la desaparición o la industria próspera.
Lo sabe el intelectual que a veces se ha encerrado un poco en su torre de marfil llegaba suponer que la democracia no servía para nada. Y hoy comprende desgraciadamente que en ocasiones la diferencia que va entre la democracia y la dictadura es igual a la diferencia que va entre la vida y la muerte.
Es decir, el país entero, el pueblo argentino, sin distinción de ideologías, sin distinción de partidos políticos ha comprendido definitivamente que sólo sobre la base del ejercicio de sus derechos y sus libertades podrá resolver sus problemas más afligentes y los del conjunto de la Nación.
Es por eso que se equivocan quienes no interpretan este hecho social profundo, que se ha dado en nuestra sociedad y verán como el pueblo les da la espalda a los que utilizan metodologías, discursos y prédicas absolutamente reñidos con la democracia. Un discurso, un lenguaje, que es la prédica y el discurso de la verdad, de la honradez intelectual, de la autenticidad; hay otra prédica, que es la del manipuleo, la de la mentira, la de la injuria.
De ninguna manera las mayorías Argentinas pueden utilizarIas. Están hablándole a un pueblo que no existe, son como fantasmas del pasado, se van a llevar la sorpresa del siglo, porque acá hay un pueblo empinado sobre su responsabilidad, que quiere participar en la vida de la Argentina. Un pueblo cansado de lo mandoneen, y que no quiere más que jamás nadie lo mandonee; ni las FFAA, ni en los partidos políticos, ni en los sindicatos.
Un pueblo que no quiere más miedos ni prepotencia. Y ya estamos en la marcha, nos encaminamos hacia 100 años de paz y prosperidad, sobre la base del respeto a los derechos de todos, para afianzar la democracia que sirve a la dignidad del hombre y entonces, levantamos las dos banderas al mismo tiempo, la de la libertad y la de la justicia social. Y ya estamos en esa democracia, a la que vamos a arribar de inmediato, dándole la respuesta que corresponde al ciudadano en cuanto a sus derechos civiles, pero también al hombre de carne y hueso, con sus exigencias y sus problemas. Entonces vamos ya hacia la democracia con la que se vota, pero también con la que se come, con la que se educa, con la que se cura.
Es la marcha nueva de todos los argentinos, con un profundo sentido moral, con un profundo sentido patriótico. Es la marcha nueva de todos, y vamos a afianzarla en una respuesta fundamentalmente a los requerimientos elementales de la justicia social. Yo hice un solo juramento cuando acepté la candidatura a la Presidencia de la Nación ante la Convención Nacional del Radicalismo. Juré entonces, juré por todo el país y juro ahora para que todos me lo demanden sino cumplo: se va a acabar la desnutrición infantil en la República. Vamos a utilizar todos los medios a nuestro alcance, todos los medios del Gobierno Nacional.
Vamos a pedir además auxilio de los gobiernos de provincia. Desde luego que descontamos y necesitamos ese apoyo de este Gobernador de lujo que va a tener Santa Fe y que va a ser Anibal Reinaldo. Este médico profesor de la Facultad, que dedica su vida a curar a los humildes y que ha decidido trabajar en serio para curar los males de Santa Fe, y también vamos a recurrir al auxilio de los gobiernos municipales.
Vamos a tener también sin duda para esta campaña, para este programa alimentarlo nacional, contando para ello con el auxilio de la comuna de Rosario, en manos de este extraordinario intendente que va a ser Uzandizaga. Realmente, no precisamos casi analizar; de todos modos nuestra plataforma la hemos difundido ya por todas partes. Simplemente conviene que digamos algunas cosas para que se entienda la filosofía que va a presidir el gobierno de la Unión Cívica Radical.
Aquí se nos había querido hacer creer que era una alternativa de la economía argentina procurar el desarrollo sobre la base de la injusticia social. Y así nos fue. No solamente hemos destruido el aparato productivo de la Nación sino que fundamentalmente estamos exhibiendo índices de catástrofe social.
Vamos a terminar con esta orientación económica; hemos señalado en nuestra plataforma que el objetivo prioritario de la orientación económica de la U.C.R. sería terminar con la pobreza y la miseria, y vamos a hacerlo, y para ello es que vamos a empezar por atacar de todas las formas posibles el problema de la desocupación. Desde luego que esto significa aumentar el poder de compra del pueblo, para poner en marcha el aparato productivo de la Nación, porque aumentando el poder de compra del pueblo, se aumenta la demanda, el aumento de la demanda reclama el aumento de la producción y para producir más se hace imprescindible tomar nuevos empleados, y de esta manera ponemos en marcha otra vez el aparato productivo de la Nación.
Pero hay una sola forma de lograr el aumento del salario real y es terminando con la patria financiera. Vamos a hacer la reforma financiera que permitirá disminuyan los gastos en intereses de las Empresas y puedan ir a los salarios.
Y mientras los planes de política económica dan resultados, atacaremos puntualmente las dos manifestaciones más graves de carácter social que hoy padecemos, que se vinculan fundamentalmente a los bajos salarios y a la desocupación; un millón y medio de desocupados, semiocupados, trabajadores por cuenta propia que trabajan un día si y otro no, sin contar para nada con ningún sistema de seguridad social, no es para ustedes desde luego una cifra y nada más: es dolor de compatriotas, es hambre, es enfermedad de la pobreza que reaparece, es la tuberculosis carcomiendo el corazón y los pulmones de nuestra juventud, es el chagas que avanza la deserción escolar, es mortalidad infantil, es hambre de nuestros niños.
Vamos a atacar entonces fundamentalmente el problema de la desocupación como lo decíamos recién, tal cual lo explicaba con el hambre. Y ustedes saben que hay un problema grave en nuestro país: dos millones y medio de familias viven en viviendas deficitarias, de las cuales un millón de familias viven en viviendas absolutamente deficitarias; es decir, en un problema mayúsculo, que tiene desde luego entidad propias pero cuya solución al mismo tiempo nos aporta la posibilidad de atacar el problema de la coyuntura y de la desocupación, porque cada 100.000 viviendas económicas que construyamos, damos trabajo a 300.000 obreros, directamente en la planta o en las industrias que pone en marcha. Y vamos a hacerlo!
Vamos a utilizar los fondos del FONAVI y del Banco Hipotecario Nacional, para organizar un nuevo sistema de créditos. Se acabó la 1050 en la Argentina! Vamos a apoyar al trabajador, que no logra concretar jamás el sueño de la vivienda propia; vamos a apoyar a las parejas jóvenes que están buscando un camino en nuestro país. Habrá créditos a corto plazo, del orden de los 25 años y serán pagadas las amortizaciones con un porcentaje del ingreso del jefe de familia, alrededor del 15%. Si ese porcentaje alcanza para el pago de los intereses y del capital y la deuda se salda antes, perfecto, pero si llegan los 25 años y la deuda no ha sido saldada, el Estado la salda, porque quiere decir que la sociedad lo explotó a ese trabajador si en 25 años no ha podido tener su vivienda digna.
Y vamos a apoyar estas respuestas a la justicia social sobre las bases sólidas de un aumento de la productividad, de la economía argentina en todos los aspectos: la pesca, la minería, y fundamentalmente la industria y el agro. Vamos a desarrollar nuestra industria aunque no tengamos divisas para importar bienes de capital, porque las consecuencias más graves, una de las consecuencias más graves de esta política económica que hemos sufrido es que ha hecho que la mitad, si, la mitad de la maquinaria industrial esté paralizada. El 50% del utilaje industrial ocioso y como vamos a modificar el sistema financiero, vamos a ir con el gerente de Banco al lado, ante cualquier cortina metálica que esté baja, para preguntar qué capital de trabajo hace falta, y vamos a levantar decenas por día y miles de obreros volverán a trabajar por día en el país.
Fertilizantes y agroquímicos; le vamos a poner un piso a la República, y yo quiero aquí decir en esta zona rica, que vamos a los 50 y a los 60 millones de toneladas de grano en la Argentina, habrá créditos compatibles con la rentabilidad de la empresa, porque queremos al industrial trabajando al lado del torno, para el desarrollo del país. Queremos al industrial en el torno, trabajando para el desarrollo de la Argentina y al productor agrario en el campo y en el surco elaborando la grandeza de la Nación, y a ninguno corriendo detrás de los Gerentes de] Banco para cada vencimiento. Yo seria un demagogo si les dijera que de la noche a la mañana solucionamos todos los problemas; No es cierto! , pero sí les aseguro amigos de Rosario, de la noche a la mañana se acaba la injusticia, la corrupción, el especulado, el negociado en la argentina.
Termina la Argentina del desamparo, y llega la Argentina honesta que quiere a su gente, la Argentina del trabajo honrado. Yo les pido que matemos cada uno de nosotros al enemigo que tenemos cada uno dentro de nosotros mismos; que matemos al pesimismo, que matemos la frustración y el escepticismo, el cinismo a veces.
Fertilizantes y agroquímicos; le vamos a poner un piso a la República, y yo quiero aquí decir en esta zona rica, que vamos a los 50 y a los 60 millones de toneladas de grano en la Argentina, habrá créditos compatibles con la rentabilidad de la empresa, porque queremos al industrial trabajando al lado del torno, para el desarrollo del país. Queremos al industrial en el torno, trabajando para el desarrollo de la Argentina y al productor agrario en el campo y en el surco elaborando la grandeza de la Nación, y a ninguno corriendo detrás de los Gerentes de] Banco para cada vencimiento. Yo seria un demagogo si les dijera que de la noche a la mañana solucionamos todos los problemas; No es cierto! , pero sí les aseguro amigos de Rosario, de la noche a la mañana se acaba la injusticia, la corrupción, el especulado, el negociado en la argentina.
Termina la Argentina del desamparo, y llega la Argentina honesta que quiere a su gente, la Argentina del trabajo honrado. Yo les pido que matemos cada uno de nosotros al enemigo que tenemos cada uno dentro de nosotros mismos; que matemos al pesimismo, que matemos la frustración y el escepticismo, el cinismo a veces.
Vamos a arrancar! Vamos a salir de todo esto! Otros países tuvieron crisis más duras que las nuestras y salieron. Vamos a trabajar en serio para adentro, para respetar la dignidad del hombre. Vamos a empezar a caminar a favor del desarrollo de la civilización y de la historia.
Uno de los primeros mensajes que enviaré al Congreso de la Nación será una modificación del Código Penal, estableciendo pena para el homicidio que al torturador. Pero se acaba la tortura en la Argentina! No más baños de sangre. No más represión ilegal, todo en el marco de la ley, en el estado de derecho, del Imperio de la ley, para que los hombres nos inclinemos ante la ley, y que ningún hombre tenga que inclinarse jamás ante otro hombre. Vamos a ser respetados en el mundo porque vamos a lograr que se concrete la regla de oro de cualquier país civilizado, cualquiera sea el sistema de gobierno, que es la supeditación de los poderes militares, a los poderes institucionales de la Nación.
Cuando esto ocurra, cuando el pueblo en su conjunto defina los grandes objetivos nacionales, en esta marcha nueva que es la de un movimiento auténticamente popular, democrático, racional, transformador, que terminará con el privilegio en la Argentina. Cuando el pueblo en su totalidad defina estos grandes objetivos nacionales, nos van a respetar en el mundo.
Vamos a ir a reclamar la solidaridad de todas las democracias del mundo; y la vamos a tener porque no es cierto que la Argentina está desprestigiada en el mundo; está desprestigiada la dictadura argentina en el mundo, pero no el pueblo argentino! Vamos a luchar en serio, para terminar con la dependencia; vamos a abrazarnos con los pueblos de latinoamérica para luchar mejor contra el imperialismo; no nos van a cobrar intereses de usura para el pago de la deuda, no nos van a imponer recetas recesivas para nuestra economía, porque vamos a ser un país en serio, con una Nación en serio, en la que cada uno nos vamos a sentir constructores de nuestro propio futuro y constructores de la Nación en su conjunto. Vamos a ser un país de primer orden, nos van a respetar en el mundo!
Vamos a hacer valer nuestros derechos en el mundo y vamos a contar también con la solidaridad necesaria para hacer comprender definitivamente a todos los pueblos de la tierra nuestros derechos definitivos e incuestionables sobre las Islas Malvinas. Ese será el mejor homenaje a los muchachos que murieron.
Y lo lograremos, y no será porque seamos de pronto más inteligentes o de repente nos hayamos vuelto más talentosos ¡no! Es la marcha nueva hacia esa meta nueva, con un rumbo nuevo, con ese sentido moral, con esa lealtad también nueva, no con el pasado sino con el futuro que estamos obligados a construir, por nosotros y por nuestros hijos, es en definitiva la cuestión del pueblo argentino, es en definitiva la solidaridad, esa virtud social sin la cual no puede existir la democracia, es el esfuerzo de todos.
Vamos a ocupar entonces el lugar que nos corresponde entre las naciones de la tierra, vamos a defender nuestros intereses juntos, con los pueblos de América latina, y entonces será el momento de proclamar todos con mucha fuerza, en el mismo instante en que hemos recuperado nuestros derechos y nuestras libertades, pegamos un grito fuerte y capaz de sentirse en todos los rincones de la tierra para que todos los pueblos del mundo sepan perfectamente que nunca más jamás nadie en adelante nos roba ni de adentro ni de afuera al pueblo argentino.
Podemos entonces decir, con verdad y todos juntos, como en el himno, que: “nace a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación, coronada su sien de laureles, y a sus plantas rendido un león!"
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