domingo, 12 de octubre de 2008

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio


Conversando con mí entrañable amiga Evelina, reparabamos entre otras cuestiones, en las declaradas lagrimas de nuestra Presidente/a Cristina Fernandez de Kichner, en su discurso en el acto de descubrimiento del busto presidencial del Dr. Raúl Ricardo Alfonsín.

Así, el liquido estado emocional de la primer mandataria, retroactivo a 1983, se fundaba en la reinstauración del sistema democrático por un lado y en la derrota del justicialismo por otro.

En relación a la primer causa creo que era el estado que embargaba a la inmensa mayoría de los argentinos de aquél entonces.

Ahora bien, romper en llanto por la derrota de Italo Argentino Luder, pone al desnudo una postura dual de Cristina Fernandez de Kichner en materia de derechos humanos, por cuanto es oportuno recordar que el candidato justicialista era el candidato que impulsaba la amnistía de todo los crímenes cometidos por los exponentes del régimen militar quienes a su vez fundamentaban su actuación precisamente en el decreto firmado por Luder que ordenaba el aniquilamiento de la subversión,

Por eso escuchar hoy la retórica discursiva del kichnerismo en materia de derechos humanos nos situa cuanto menos ante aquélla vieja frase “Haz lo que yo digo y no lo que yo hago” y nos remite al también viejo precepto jurídico de “a confesión de parte relevo de prueba”.-

http://www.youtube.com/watch?v=xTKxNkenrW0

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