viernes, 1 de mayo de 2009

A Raúl Alfonsín




En este encuentro que hoy estamos realizando en este Comité Departamental Rosario de la Unión Cívica Radical nos hemos reunido para tributar el homenaje del Radicalismo de la ciudad de Rosario al ex Presidente de la Nación Dr. Raúl Ricardo Alfonsín.

Raúl Alfonsín para los rosarinos era uno más de la familia, cuyo vínculo quedó establecido de modo definitivo desde el acto político más importante que tuvo esta ciudad, al pie del Monumento a la Bandera en la primavera democrática de 1983.

Como no recordar a este gran político quien ante cada incursión en nuestra ciudad de Rosario llegaba con su mensaje democrático, con sus utopías, con sus sueños, con sus ideales transformadores, contagiando de entusiasmo y de optimismo a quien lo quisiera escuchar.

Ya en vida nuestra ciudad le tributó su homenaje al Gran Demócrata a través de la distinción de doctor honoris causa por parte de la Universidad Nacional de Rosario o la declaración del Concejo Municipal de Rosario de Presidente Ilustre, iniciativa impulsada por la Concejala Daniela León.

Raúl Alfonsín nació un 12 de marzo de 1927 en Chascomús, en 1946 se afilió al partido de toda su vida, la Unión Cívica Radical.

En 1950 se recibió de abogado y al año siguiente fue electo concejal por el Movimiento de Intransigencia y Renovación de la UCR, cargo del que solía decir fue el más importante de su vida porque le permitía estar mano a mano con los vecinos recepcionando sus demandas, sus preocupaciones.

Alfonsín fue diputado provincial, nacional e incluso senador, después de ejercer la presidencia de la Nación.

En 1966 fue detenido por la dictadura de Juan Carlos Onganía. Años más tarde, se lanzó a dirigir la UCR, pero perdió las elecciones internas de su partido con otro grande del radicalismo, hablamos del Dr. Ricardo Balbín.

Una vez en la conducción del partido, y como candidato a la primer magistratura este defensor de los valores de la libertad y la igualdad relataba orgulloso el hecho de haber recorrido en dos oportunidades la República pueblo por pueblo, barrio por barrio, casa por casa, llevando con convicción, con responsabilidad y con coraje el mensaje y la propuesta del radicalismo.

El 30 de octubre de 1983 Alfonsín con el 52% de los votos triunfa en la histórica elección, tras recitar el preámbulo de la Constitución y con un slogan que constituía toda una marca de su impronta y la de su partido “más que una salida electoral, una entrada a la vida” y a partir del 10 de diciembre de dicho año asume el cargo de Presidente de la Nación.

De su gestión de gobierno como Presidente de los argentinos puedo decir que constituye todo un orgullo para los radicales.

Desarrolló una ejemplar política de derechos humanos con la conformación de la CONADEP y el juzgamiento a los genocidas.

En materia de política internacional dejó su marca con la conformación del MERCOSUR, otro tanto acaeció en materia de política educativa con la normalización de las universidades con impronta reformista, el Plan Nacional de Alfabetización, el Congreso Pedagógico, el plan ABC o el Prondec (Programa Nacional de democratización de la cultura), y con su política social con el Programa alimentario Nacional, entre tantas otras acciones que sería muy extenso seguir enumerándolas.

Es oportuno reiterar esa vieja conjetura acerca de que Alfonsín no fue comprendido en su tiempo, por eso quiero hacer propia una frase del ex rector de la UNR Dr. Juan Carlos Millet cuando sostiene que el radicalismo es más fotogénico en los libros de historia que en la tapa de los distintos diarios de su época”, así nos pasó con Don Hipólito, así también nos pasó con Don Arturo y así nos pasa con nuestro querido Raúl, nos reconforta el reconocimiento popular a estos hombres trascendentes que el radicalismo brindó a la nación.

Ahora bien, qué diferente hubiera sido la historia si este acompañamiento popular que hoy visualizamos se hubiese dado durante sus respectivas gestiones para enfrentar a los grupos concentrados de poder.

Raúl Alfonsín el político, reunía esas características que Max Weber le exigía a los grandes dirigentes políticos, era un hombre de pasiones, de responsabilidades, de mesura, capaz de poner límites a sus propias pasiones.

Alfonsín el militante, trabajó sin descanso y luchó por la libertad, por la igualdad, por la vida, por la verdad, por la paz, por la causa radical, entregando hasta el último minuto de su vida por esos valores.

Para estos tiempos de dificultad, de crisis, de desencuentros por los que atraviesa la Nación, observamos con tristeza la construcción política del actual gobierno nacional sustentada sobre la base de la confrontación, de agudizar las tensiones, incluso de dispensar trato de enemigos a quienes no piensan igual, por eso día a día se acrecienta la figura de nuestro tribuno de la democracia quien en su último mensaje convoca a la unidad de los argentinos con un convincente “los argentinos debemos querernos más”.

Con la partida de nuestro lider radical vemos como dato positivo como la sociedad ha revalorizado la política, los partidos políticos, los valores, la UCR, por eso su mensaje, por eso su legado hoy tiene más vigencia que nunca para la ciudadanía argentina

Entonces y en virtud de continuar con la obra de este gran político radical entiendo que debemos ratificar nuestro compromiso de participación, priorizar lo principal, dejar atrás eso que Yrigoyen denominaba como las miserabilidades de la política, trabajar en la estructuración de una vigorosa Unión Cívica Radical y fundamentalmente todo nuestro esfuerzo en la construcción de una Argentina para todos sobre la base del diálogo democrático

Para finalizar con este homenaje quiero concluir con palabras de nuestro homenajeado quien ante la consulta periodística acerca de como creía que lo recordaría la historia, este gallego de firmes convicciones respondía, “no sé, eso déjelo para la historia, pero nunca habrá nada de qué acusarme estoy con la conciencia tranquila”, para luego autodefinirse como “un hombre que tuvo sus convicciones, que tuvo sus ideales y que fue leal a ellos”. Desde el radicalismo de Rosario decimos quédese tranquilo Señor Presidente, que así lo recordará la historia, así lo recordará su partido radical y fundamentalmente el pueblo argentino. Gracias Dr. Raúl Alfonsín. Muchas gracias!!

(*) Discurso pronunciado por Carlos Vila en el acto homenaje a Raúl Alfonsín en el Comité Departamental Rosario de la Unión Cívica Radical con motivo de cumplirse el primer mes de su partida

1 comentario:

anareis dijo...

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