lunes, 25 de junio de 2012

A cien años de la revolución chacarera

La estructura social del campo en el momento en que se desata la rebelión, estaba integrada por terratenientes, arrendatarios y subarrendatarios. Estos últimos se encontraban sometidos a los terratenientes a través de contratos que establecían, entre otras cosas, rentas impagables y la obligación de comprar herramientas e insumos a quien el terrateniente mandare, e imponían al colono las responsabilidades de una mala cosecha. Se llegó a un punto en que, por más que el colono trabajara de sol a sol y por buena que fuera la cosecha, al final de ésta no le quedaba ni lo más elemental para subsistir. 
 
Si leemos el Libro: "La condición de las clases trabajadoras", de Juan Bialet Massétenemos una radiografía clara del tratamiento infrahumano que recibían los colonos.
 
El proceso que desembocó en el Grito de Alcorta fue muy complejo, la mayoría de los arrendatarios y medieros eran extranjeros (en algunas zonas llegaban al 80%), y en el campo primaba el individualismo y la desconfianza, lo que dificultaba la organización gremial.  A pesar de esto, a principios de 1912 los chacareros organizaron sus primeras reuniones, ayudados por los sindicatos de estibadores y oficios varios, los Centros de Estudios Sociales dirigidos por los Anarquistas y los braceros, que tenían una gran tradición de lucha.
 
El detonante del Grito de Alcorta fue la formidable cosecha de 1912, al comprobar los chacareros que luego de pagar las deudas nada quedaba para ellos.
En 1912 los chacareros arrendatarios de la pampa húmeda en tanto víctimas de expoliaciones por parte de los terratenientes y movidos por la prédica anarquista y socialista iniciaron una serie de manifestaciones, mitínes y huelgas en el sur santafesino, en el noroeste bonaerense, en el sur este de Córdoba y en la provincia de La Pampa. En todos los casos se trato de protestas por las malas condiciones de contratación que los vinculaban a los terratenientes.
 
El Grito constituyó una Gesta que engrandeció.  Tuvo como base primera la lucha contra la injusticia y la desigualdad social. 

Esos territorios fueron aceleradamente traspasados a manos privadas, transformándose inmediatamente en inmensos latifundios.
En la zona norte de la provincia, por ejemplo, Mariano Cabal poseía más de 2.000.000  de hectáreas. Los Alzaga Unzué tenían 400.000 hectáras, los Anchorena 380.000, los Leloir 180.000.Asimismo, la población de la provincia se cuadruplicó y la cantidad de colonias alcanzó las 350. Comienza a conformarse un nuevo grupo social, compuesto por inmigrantes agricultores dispuestos a trabajar la tierra, a lograr una mejor calidad de vida que la que podían esperar en Europa, cada uno con sus costumbres, con su lengua.
 
Alrededor de 1910, el sueño de muchos inmigrantes comenzaba a transformarse en pesadilla: para los agricultores arrendatarios del sur de Santa Fe no sólo se volvió impensable comprar tierras, sino que se encontraban sujetos a contratos desmedidos, que coartaban todas sus libertades, que los mantenían viviendo en la miseria, casi esperando todos los días ser desalojados de la chacra por motivos absurdos.
Como corolario de esta situación, la langosta y la sequía hicieron que se perdiera la cosecha de 1911 y los arrendamientos alcanzaron su punto máximo en precio. Esta situación despertó a los arrendatarios, que sintieron la necesidad de gritar basta, que quisieron seguir soñando aquel sueño engendrado en la Europa natal. Vinieron a Argentina para cambiar su situación de miseria y pobreza, y por eso mismo, no estaban dispuestos a conformarse con lo que la realidad les ofrecía.


Creyeron que esta era una causa conjunta. Comenzaron a reunirse, sabían organizarse y lo hicieron aquí, en Argentina, en la pampa gringa, en Santa Fe.


Alcorta y Bigand compartían la colonia La Adela, administrada por la firma Genoud, Benvenuto, Martelli y Cía, que subarrendaba la tierra a doscientas once familias por el 34 % de la producción, trillado, embolsado en bolsas nuevas y puesto en estación, con contratos de un año de duración. Además, los arrendatarios estaban obligados a comprar y vender en elalmacén de ramos generales de la empresa, trillar y desgranar con sus máquinas y hacer todos los seguros con ellos.
 
En estas reuniones comprenden que la salida sólo puede ser conjunta, que debían unirse para reclamar a sus patrones, y que la conformación de una liga agraria los ayudaría a organizarse. Conforman, así, la Sociedad Cosmopolita de Agricultores de Firmat, primera liga agraria de la provincia, que agrupaba a los chacareros de la zona.
En marzo de 1912 escriben un Manifiesto en el que alentaban a los colonos a unirse a la protesta y en una reunión a la que asiste Francisco Bulzani, arrendatario de la colonia La Adela, éste se hace cargo de distribuirlos en Alcorta, Bigand y Bombal.

Manifiesto que comenzó a circular en el sur de la provincia a fines de 1911, principios de 1912, elaborado por la Sociedad Cosmopolita de Firmat. Francisco Bulzani, que asistía a las reuniones de esta entidad, tomó el manifiesto para distribuirlo en Alcorta, Bigand y Bombal . Dice el  Alfredo Luís Cecchi:en su libro "Tras la huella socialista en Firmat". Francisco Bulzani, se convierte en voz de los pesares de los chacareros y poco a poco, fueron sumándose: Francisco Perugini, Francisco Gilarducci, Francisco Menna, Nazareno Lucantoni… El Padre José Netri, el comerciante Ángel Bujarrabal.


En el libro "El Grito de Alcorta"  el escritor rosarino Plácido Grela, en un enjundioso trabajo de investigación  histórica titulado "El Grito de Alcorta", hace un pormenorizado análisis de los sucesos protagonizados por los colonos de la región, atropellados y explotados por los terratenientes insensibles a los padecimientos de las mujeres y de los hijos de estos poco menos que esclavos que con motivo de la fervorosa protesta fueron encarcelados.  Menciona un relato de José Gilarducci, uno de los principales organizadores de la huelga:
“Con seis o siete compañeros, los colonos Damián Arfinetti, Francisco Bulzani, Domingo Biagotti, Nazareno Lucantoni y Francisco Menna, a quien posteriormente asesinó la policía durante una reunión agraria en Firmat, solíamos reunirnos en un sótano de la casa del comerciante Bujarrabal. “Era un buen mayorista don Ángel Bujarrabal” —recuerda Gilarducci-, “porque él fue quien principalmente nos aconsejaba de que hiciéramos la huelga y peticionáramos lo que nos correspondía: la rebaja de la tierra. “Al principio teníamos miedo porque la policía nos amenazaba y nos encarcelaba por perturbadores del orden, por eso en la casa de ramos generales, en el sótano entre comestibles, artículos de labranza y cajonería, nos reuníamos y discutíamos la huelga.” María Robotti, esposa de Francisco Bulzani, alentaba a declarar la huelga.
 
José María García en su libro: "El campo argentino a 60 años del Grito de Alcorta" citó a "entre los fundamentalmente dirigentes agrarios que dirigieron el movimiento  se destacaron Francisco Bulzani, agricultor arrendatario del campo "La sepultura", gran latifundio y adeás maestro de escuela, los agricultores Luís Recovelli, Hermenegildo Gasparini, Francisco Capdevila, Nazareno Lucantni, L. Bó, Domingo Giampullo y otros. Fue gran colaborador del movimiento José Bellotti, cambista de la estación de Alcorta."
 
Consultaron al abogado ítalo-rosarino de ideas mazzinianas  Dr. Fracisco Netri para pedirle redactara un modelo de contrato especificando las reformas que los chacareros creían necesarias. El Dr. Netri no sólo aceptó el pedido, sino que se comprometió a asistir a la asamblea del 25. 
 
El diario "La Capital", de Rosario del 26 de junio de 1912 publica: Más de dos mil agricultores de Alcorta, Bigand, Bombal, Carreras, Firmat y San Urbano (Melincué) asistieron a la asamblea en el local de la Sociedad Italia de Socorro Mutuo e Instrucción el 25 de junio de 1912. Además de los colonos presentes, las delegaciones de las localidades vecinas acercaron petitorios firmados por dos mil colonos más. "El aspecto era imponente, pues aquella gran masa de hombres acostumbrados a empuñar el arado, convertida en asamblea deliberante, causaba una impresión casi exótica y semejante en algo a la que producen en el ánimo del observador los grandes concursos populares en que se debaten cuestiones ideológicas, de índole política o doctrinaria, en pro del resurgimiento de las colectividades concientes de sus derechos".
 
El 15 de agosto, en una nueva asamblea, se aprueban los estatutos para la Federación Agraria Argentina redactados por algunos de los agricultores, y Antonio Noguera es designado presidente del Comité central. El Dr. Francisco Netri ocupa el lugar de asesor letrado. De Alcorta participan del Comité Central Francisco Bulzani, como Primer Vocal Titular, y Francisco Perugini, como Prosecretario


En el número 1 del Boletín de la Federación Agraria Argentina, dice el Dr. Netri:
“El grito de rebelión proclamado en Alcorta el 25 de junio ppdo., está por cerrar una página de las más hermosas del histórico movimiento. La huelga agraria que ha tenido la virtud de levantar a más de cien mil colonos en Santa Fe, primero, y sucesivamente en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y territorio de La Pampa, puede decirse que está terminada después de tres meses de sacrificios, heroicamente soportados por los cultivadores de la tierra.
 
Muchos de nosotros descedemos de estos Gringos  bisabuelos, abuelos, padres que no son estancieron, sino que tuveron unidades agrarias desde dónde laboran lo más preciado de nuestro país.
 
El 5 de octubre de 1916 mientras caminaba desde su casa a la Federación Agraria Argentina que fundó y de la cual era presidente, el Dr. Francisco  Netri fue emboscado por un asesino a sueldo –Carlos Ocampo – en Urquiza al 1200 entre Mitre y Entre Ríos, de Rosario.  “Un par de balazos por sorpresa, a traición, le provocaron la muerte. Tenía apenas 43 años, una joven esposa y cinco hijos”
 
Antonio Dicidue estando en la chacra, y  con 18 años, abraza la causa del cooperativismo agragrio y relata en su libro que Francisco Netri   "jamás cobró un solo peso por su actuación en la jornada del 25 de junio de 1912 en Alcorta, ni durante los cuatro años que en forma exclusiva dedicó todas sus actividades a la causa de los agricultores y de su organización sindical. Al contrario, puso al servicio de los mismos, la familia agraria toda, su inteligencia, su extraordinaria capacidad de trabajo, su experiencia, su fortuna, su coraje personal, la tranquilidad de su hogar, el porvenir de sus hijos y sacrificó su vida. Era un idealista íntegro, en el amplio sentido de la palabra". 
"Coronatti, Piacenza, Tornatore,
y María de Alcorta, la del Grito.
Ella en la tierra, para que la pisen,
en cada brazo un niño.
JOSÉ PEDRONI

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