martes, 27 de noviembre de 2007
Es tiempo de superar la crisis
"Escribiendo en chino, la palabra crisis
está compuesta por dos caracteres.
Uno representa peligro y el otro oportunidad"
John F. Kennedy, discurso del 01.06.63
La crisis de los partidos políticos no es un fenómeno exclusivo de Argentina y en particular de la UCR.
Dicha crisis tiene como notas caracterizantes: el desdibujamiento de las identidades políticas, el exacerbado pragmatismo, el singular que sustituye al plural para construír en torno al dirigente de turno, el internismo y la pérdida de credibilidad en las estructuras partidarias.
En nuestro país esta situación crítica tiene sus orígenes en la década de los noventa donde se implementó la formula: inacción de las instituciones republicanas para favorecer la concentración del poder económico.
El actor cómico Diego Capusotto sostiene con mucha precisión que el kichnerismo es menemismo con derechos humanos, y más allá de la patina progresista que intenta darse a si mismo el partido de gobierno, se juega en sintonía con la formula antes enunciada, quitando calidad institucional a la República no solo en el normal funcionamiento de los tres poderes del Estado, sino también accionando para debilitar los partidos políticos opositores.
Ante este cuadro de situación, una verdad de perogrullo es que el radicalismo argentino es uno de los protagonistas de esa crisis, una crisis que esta fuertemente marcada por el Pacto de Olivos, por la frustrante gestión del gobierno de la Alianza y fundamentalmente por la sobredosis de internismo.
Así, como emergente de esa crisis se fue tupacamarizando la UCR, donde bajo la consigna radicales somos todos y adosándose distintas letras del abecedario se fue concretando la fuga de dirigentes hacia distintos horizontes políticos, dando lo mismo ser oficialista u opositor, progresista o conservador, siendo la cuestión central sobrevivir economicamente o saciar las vanidades personales a como de lugar en desmedro del partido.
Ante la magnitud de la crisis es oportuno recordar que tras cada crisis, tras cada fractura, a lo largo de sus 117 años de vida política la Unión Cívica Radical contó con hombres y mujeres que sin dobleces priorizando lo principal por sobre lo accesorio, siguieron defendiendo la vigencia del partido y sus valores para volver a erigir al radicalismo en opción real de poder.
Así, con esa prioridad habrá que discutir y fundamentalmente trabajar fuertemente sobre las debilidades pero también sobre las fortalezas para reconstituír la identidad partidaria, para romper con el círculo vicioso del internismo, para modernizar a la UCR, para poder mostrarnos en público nuevamente con decisión y energía a partir del posicionamiento de ideas y proyectos alternativos con perspectiva radical, y fundamentalmente para reasegurar la vigencia del sistema de partidos políticos.
Desde la firme convicción de que el radicalismo resulta parte indispensable de una alternativa política moderna, progresista y seria es que debemos asumir este desafío y esa es la convocatoria a trabajar sin descanso para que el viejo partido vuelva a ser una gran fuerza nacional, popular y democrática, con vocación de gobierno y que permita recuperar al conjunto de la ciudadanía las esperanzas perdidas.
http://www.youtube.com/watch?v=Z-Q_0roUDf4
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