domingo, 14 de junio de 2009

Primer contacto con Enrique Pereira


Con este e-mail contacté a Enrique Pereira y a través del cual pude conocer su maravillosa creación diccionarioradical.blogspot.com y también, lo que para mí cuenta, el hecho de conocer a un radical entrerriano de pura cepa, de vasta formación y de una gran calidad humana. A un mes de su partida vaya entonces mí recuerdo.-

"Enrique mí saludo fraterno y radical por tú preocupación ante la crítica situación del radicalismo y fundamentalmente por su accionar en la búsqueda de soluciones que permitan encontrar el horizonte que nos conduzca una vez más hacia la reconciliación definitiva del radicalismo con los afiliados y con la ciudadanía."

"He leido atentamente el borrador de trabajo que contempla la concreción de un seminario donde poder discutir el presente y fundamentalmente sobre el futuro de este querido partido."

"Entiendo que la crisis que afecta a los partidos políticos no es un fenómeno exclusivo de Argentina y en particular de la U.C.R.."

"No obstante, comparto plenamente esa exhortación a dejar de lado los egoismos, a dejar de conjugar en singular para hacerlo en plural, de cambiar el yo por el nosotros."

En relación a estas preocupaciones, hace unos días releyendo un viejo discurso, crudo pero realista de Moises Lebensohn, donde ya en 1942 analizaba los males profundos de la política argentina, en el mismo sostenía "Una crisis profunda afecta al partido, crisis que se viene gestando desde hace muchos años - que no es crisis de un comité ni dimana de una resolución-, sino que es crisis de un sistema, crisis de cuadros activos que se niegan a asumir el "rol" asignado al partido por su historia y exigido por el desarrollo nacional, crisis que lo mismo hubiera acontecido y con mayor gravedad, si hubieramos llegado al gobierno. Una obliación de lealtad democrática debe inducir a quienes tienen la facultad pertinente, a organizar los medios que posibiliten el pensamiento y a las directivas políticas de la masa radical, sin deformaciones de caracter personal, hallar las vías de su expresión autentica".

Y continuaba diciendo desde la tribuna "sin la visión de campanario, sin la subalterna pugna de grupos de aldea, se podrán plantear los debates de fondo que impongan las circunstancias y se elevará el nivel cívico al sufragarse por la orientación, y no por hombres. Los afiliados podrán ser actores con conciencia y responsabilidad, y no espectadores que comprometen el destino del partio. Los hombres de vocación política hallarán un escenario, y los jóvenes, un campo para la brega dignificante en favor de su puntos de vista. Tengo fe en la capacidad de nuestro pueblo, medularmente sano, para el ejercicio integral del procedimiento democrático. Si no la tuviera, militaría en una agrupación que proclama el descreimiento"

La exclusión del pueblo de las decisiones partidarias tiene honda repercusión, hasta en el propio subconsciente popular. Un afiliado de fila no se pregunta: Qué haremos? como quien se siente parte de un todo, ni se responde: "Los radicales queremos tal o cual cosa. Considera las determinaciones de su partido extrañas a la gravitación de su pensamiento y resoluciones, como en efecto lo son, y formula la pregunta que siempre oímos: "Y ... qué dicen los radicales?", así en tercera persona. Para quien analice el mecanismo mental de este interrogatorio, su colocación, en posición ajena, es síntoma de un naciente y gravisimo apartimiento espiritual. La falta de participación en la fijación de las directivas del partido, sumada al desfile de esperanzas ubicadas al márgen de su acción, hacen que los afiliados no se sientan vinculados al éxito de estas directivas y pierdan la conciencia colectiva de responsabilidad esencial en una fuerza democrática"

Entiendo que tres nudos gordianos caracterizan la crisis de la U.C.R., desdibujamiento de la identidad política e ideológica, carencia de liderazgos y exaberbado internismo, para el primer aspecto de la crisis habrá que trabajar fuertemente con mucha discusión y ahí radica la importancia de la iniciativa del correligionario Pereira. Para el segundo aspecto, los liderazgos afloran naturalmente a partir del pensamiento y de la acción. Mientras que para el tercer aspecto la única herramienta para poner freno al internismo que disgrega es la cohesión.

Volviendo al documento, dentro de las propuestas para el progreso de la democratización argentina, en el punto 15, entiendo que para no avasallar las autonomías provinciales, las ratificaciones de las afiliaciones deben estar a cargo de los comités provinciales; en relación al punto 18 no pondría acento en la personalización del presidente del partido.

Creo que hay que brindarle un espacio importante a la discusión en materia comunicacional, los radicales no nos caracterizamos precisamente por una tener una verdadera estrategia comunicacional.

Concluyendo, hace unos días, disfrutaba del arte culinario de Narda Lepes en el canal Gourmet, quien mientras preparaba su receta hablaba de las distintas propiedades del huevo, y una de las que más destacaba es la de unir distintos ingredientes, y creo que haciendo una traspolación en el radicalismo está haciendo falta huevo, devenido en ni más ni menos que volver a instalar ese gran proyecto nacional que es la Unión Cívica Radical, dejo de lado a Narda y vuelvo a Moises Lebensohn, quien con precisión meridiana sostenía para poder reconciliar al partido con los afiliados y con la ciudadanía aquéllo de "Doctrina para que nos entiendan y conducta para que nos crean”.

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Estimados amigos correligionarias y correligionarios:

Varios cientos de radicales, tal vez miles, a los cuales se han remitido borradores, han enriquecido con sugerencias, modificaciones y otros aportes, el texto que les remitimos, con el mismo ruego, sobre el que expondremos unas pocas reflexiones.

Nos encontramos, los radicales, en una muy compleja situación sobre la cual no hace falta explayarse, pues todos la conocemos. Es más que obvio que debemos salir de tal situación y recuperar la calidad de ser alternativa para los ciudadanos, frente a la aparición, tipo producto marketinero, de supuestas oposiciones cuya misión, pareciese, más que lucha contra las nuevas versiones del siempre presente "régimen falaz y descreído" es rapiñar a nuestras gentes más débiles, a los que les resulta dificil seguir en la dificil tarea opositora, que puede ser larga y dura, como lo es toda tarea de largo aliento, y también "cazar" a unos pocos individuos que, desesperados por candidaturas, se regalan como clones de Alem o de Yrigoyen para pasarse sin bagaje alguno ni arma alguna a otros campamentos donde, suponen, pueden sopar alguna cosa.

No nos aterran ni los cantos de sirena, que engañan a los crédulos, ni los golpes de billeteras que tientan a los otros.

Es por eso que debemos organizar, con seriedad, tranquilidad y urgencia, las acciones partidarias nacionales que nos permitan sincerarnos entre nosotros mismos, debatir con la amplitud necesaria, no las canidaturas para el año que viene o para el dos mil once, sino, en primer término, qué es lo que fuimos, qué es lo que somos, qué es lo que queremos ser.

Voces disimiles sobre temas esenciales surgen desde nuestras filas.

Tomamos, a veces, como cuestiones esenciales, a temas que no merecen un minuto de nuestro tiempo. Debemos acotar el internismo caníbal y priorizar las calidades de nuestras representaciones para que, en verdad, sean tales.

Debemos arreglar nuestras querellas internas, para que dejen de ser cada una de ellas una especie de batalla final y tremebunda.

Saber que no hay ningun dirigente, por encumbrado que sea o que se crea, más importante que otro radical, y menos aun que nadie, absolutamente nadie, es más importante que la Unión Cívica Radical.

Es necesario advertir que estamos en una situación muy difícil y compleja. Hay que restaurar cierto grado de disciplina nacional y en vez de poner palos en la rueda, nuestra obligación es ser radicales de verdad, austeros, sinceros, claros, abandonando todo "virtuosismo" idiota, apto para la zancadilla o el macaneo, y apto también para matar a la UCR.

No somos eternos en cuanto no veamos mas allá de nuestras narices.

No podemos ponernos a discutir sobre los problemas de la cosecha gruesa o los líos de Botnia, sin antes arreglar, de una vez y para siempre, las cuestiones ideológicas y metodológicas que nos dividen, separan y estorban.

Saber de nuestros males y tomar conciencia de ellos es tener más de la mitad de la batalla ganada para la supervivencia. Seguir en la pelotera interminable es entrar en patética agonía.

Docenas de correligionario/as de diversas provincias han hecho su aporte para armar el borrador que se agrega al final.

Necesitamos la ayuda de todos, para que sea la obra de todos.

Debemos definir urgentemente estrategias y aclarar cuestiones ideológicas, hasta en materia internacional cuanto más nacional.

El que crea que las ideologías han muerto se equivoca. Gobiernan al mundo, como siempre, invariablemente ha sido.

No es tiempo de retos ni de candidaturas, sino de esfuerzos.

Es tiempo de vivar la mirada hacia los tiempos fundadores y mirar bien lo que estamos haciendo en estos tiempos y resolver si hicimos bien los deberes o somos unos alumnos que tenemos que mejorar. No es dificil llegar a una conclusión. La cuestión es saber si queremos saber o queremos hacernos los distraídos.

Si se hace un Seminario, como anhelamos, lo proponemos y lo deseamos, es imperioso que verse sobre las cuestiones más graves y más serias: ideología y estrategia, no sobre el precio de la soja o los parámetros para exportar maní a Nebraska...

Y si se hace ese seminario que, sin pretensiones sería casi re-fundacional, el mismo no será en la Ciudad de Buenos Aires sino en el interior de nuestro paìs y debe durar todo el tiempo que sea necesario. No nos pueden correr urgencias ni reuniones parlamentarias o viajes al exterior, de nadie, de nadie...

Se reitera que ete texto se hizo con la opinión de muchas y de muchos correligionarios... Pero sigue abierto, por cierto. Rogamos que con urgencia y precisión todo el que desee dar su aporte valioso, por favor, lo haga llegar a las direcciones que se insertan.

Esto está abierto, no es un cerrojo, ni una imposición. Es crear un ámbito para que sus conclusiones sean remitidas a los organismos nacionales del Partido para que lo tomen, para que escuchen o para que si no escuchan, lo arrojen lejos...

Es brindar una posibilidad de participación en el drama radical, en su solución que, si somos austeros, sinceros, si abandoamos locuras protagónicas personales, se solucionará simple y rápidamente y si no, como decía el paisano, si no ¡Si persistimos en egoísmos, en exaltar el "yo" en vez del "nosotros", el diagnóstico es sencillo: "se que no tengo remedio", como se cantaba en el viejo tango entonado por Ignacio Corsini, el gran cantor radical.

Quien quiera hacer llegar su palabra, rogamos hacerlo a:

Respetuosamente

Enrique Pereira
Delegado titular por Entre Ríos al
Comité Nacional de la UCR

Paraná, 27 de enero de 2008

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