Lunes 09 de setiembre de 2002
Al Compañero
Secretario General
de la Asociación Tribunales
de Empleados del Poder Judicial
de la Provincia de Santa Fe
Juan Enrique Cisneros
De mí mayor consideración
Estimado Quique:
Me
contacto con vos por este medio a fin de comunicarte mí decisión de no
integrar la lista de candidatos para el
período 2002.2004.
Esta
decisión que adopto ha sido lo suficientemente madurada a través de la
reflexión propia y la consulta a un
grupo de compañeros y amigos cuya opinión respeto.
Tras mí
infructuoso intento de poder instalar un debate profundo en torno al presente
de nuestro Gremio, al proyecto y a la práxis político sindical que se
desarrolla, y a las alternativas que deberían adoptarse para poder superar la difícil situación por la que
transita el vínculo de los compañeros con el sindicato, solo recibí un elogio a
mí militancia (que valoro positivamente y agradezco), silencio, indiferencia y la oferta de hacerme
cargo de la representación del Gremio en temas de capacitación, respuestas que
poco tienen que ver con los objetivos que me fijé al incorporarme a este
proyecto.
Mientras
proliferan las críticas de los compañeros, la ausencia del poder sindical
necesario se extiende, impidiéndonos poder generar la defensa efectiva sobre
distintas cuestiones que nos afectan como al resto de los trabajadores del
Poder Judicial, basta con ver la nula adhesión a las medidas de fuerza o los
niveles de participación ante cada convocatoria.
Lamentablemente,
los compañeros que mayoritariamente se acercan al Gremio solo lo hacen para
hacer trámites de Iapos o por los vendedores de turno, situación que debería constituir un severo
llamado de atención, pero por lo que observo no existe la misma sintonía ni
observo el desarrollo de acción alguna para revertirla.
Quiero
indicar que no eludo responsabilidades sobre la actual situación gremial, pero
en la proporción que corresponde. Estuve y estoy persuadido que para volver a
hacer fuerte al Gremio es imperioso volver a captar la confianza de los
compañeros, pero tal como se vienen dando los acontecimientos creo que nos
alejamos aceleradamente de ese objetivo. Además para ser franco y honesto,
por su desgaste con los compañeros y por
su modo de construcción no creo que el compañero Nucci pueda reconciliarnos con los afiliados.
También
quiero aprovechar la presente para agradecer la confianza conferida, la
posibilidad de haber ocupado funciones directivas (incluida la licencia
gremial), y la experiencia obtenida.
Quiero
también valorar positivamente el hecho
de haber conocido la calidad humana, la solidaridad y el temple de muchos
compañeros que ante las situaciones de injusticia no dudan en extender su mano.
No
abandono la lucha, simplemente continuaré trabajando desde otra
perspectiva que me permita decir con
libertad lo que siento y lo que pienso sobre el presente y el futuro de nuestro
gremio y de los judiciales. Continuaré luchando con la misma voluntad, con la
misma convicción, con la misma firmeza y con el mismo compromiso que marca mí
trayectoria militante, para seguir peleando por los mismos ideales que me
movieron a integrar esta conducción, de poder ser parte de un gremio fuerte,
solidario, incluyente, erigido en verdadero y eficaz instrumento de defensa de
los derechos de los compañeros.
Confío
en que mí decisión contribuya a que se adopten las decisiones que los
judiciales piensan, sienten, esperan, y demandan.
Un abrazo fraterno y solidario.
Carlos
Vila
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